La cerealera Vicentin informó a sus acreedores que en lo que va de 2020 facturó US$30 millones por diversas operaciones, como contratos a fasón para que otras firmas produzcan en sus plantas, y señaló que tiene asegurado el trabajo para todo 2021 para sus 1239 empleados.
Vicentin está en concurso de acreedores por más de US$1300 millones desde febrero último. En octubre pasado renovó su directorio, donde por primera vez en más de 90 años no hay ningún miembro de la familia propietaria, y desde la semana pasada, por decisión del juez del concurso Fabián Lorenzini, tiene un interventor-coadministrador con el mismo rango de presidente. Se trata de Andrés Shocron, que está a la par en jerarquía del presidente del directorio Omar Adolfo Scarel.
Según precisó la compañía, desde mayo pasado, cuando comenzó a brindar servicios a otras firmas con contratos a fasón, obtuvo ingresos por US$25.000.000 equivalentes a la molienda de 1.325.000 toneladas.
“A este importe sumamos US$2.850.000 en concepto de servicios de almacenaje y US$3.000.000 en concepto de servicios de elevación llevados a cabo durante el mismo periodo mencionado, mayo a octubre de 2020. De esta manera los ingresos producidos por la empresa a octubre 2020, alcanzan la suma de US$30.850.000”, apuntó.
La cerealera celebró contratos a fasón en la planta de San Lorenzo con la Asociación de Cooperativas Argentinas (ACA) y Díaz & Forti. Esta última firma recientemente fue suspendida del Registro Único de la Cadena Agroindustrial (RUCA) luego de que el Banco Central le informara al Ministerio de Agricultura que no liquidó divisas por US$450 millones. Díaz & Forti en su momento dijo que con esta suspensión a su actividad se buscaba afectar también a Vicentin.
El Banco Nación es acreedor de Vicentin por créditos de prefinanciación de exportaciones por unos US$300 millones. Lo que la cerealera cobra de una producción de bioetanol sirve para garantizar deuda con esa entidad.
De acuerdo a la empresa, hasta octubre último esas cobranzas “totalizan 505.835.077 pesos”. Pero, sobre este punto, indicó que “las mismas no han sido aplicadas por el BNA al día de la fecha”.
“De haberse aplicado al tipo de cambio de cada cobranza/ingreso el importe cancelado debería ser US$7.156.806. Al tipo de cambio actual el importe equivalente en dólares es U$S 6.221.068, lo cual redunda en una diferencia de cambio negativa de U$S 935.739”, explicó al respecto la compañía.
“Es importante destacar que los fondos resultantes de esta operación (bioetanol) fueron retenidos por el Banco Nación en función de la garantía que existe en el marco de los créditos otorgados por dicha institución a la Sociedad”, expresó en otro tramo del informe a los acreedores.
Según la firma, mientras tuvo hasta octubre pasado un ingreso de US$30.850.000, su costo total fue de US$40.047.331. “La diferencia resultante en el período marzo-octubre 2020 entre el total de ingresos y egresos de la empresa es de US$-9.197.331”, precisó.
Para la empresa, esa diferencia negativa no es problemática. “Podemos considerar razonable la diferencia negativa dado el período de inactividad y el desfasaje en el tiempo entre ingresos y e egresos, dado que se trata de un análisis financiero”, señaló.
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