Sixto González, abogado defensor de los Balsaretti habló esta mañana con La Grieta Radio por FM Central 94.5 y realizó algunas declaraciones sobre el robo de los vacunos
El abogado verense, con respecto a las declaraciones de Hernán y Emilio Agú culpando a su peón, declaró que era la mas lógica de las estrategias: “Era lo más lógico echar la culpa al peón de las irregularidades”.
“Hay muchas cuestiones a tener en cuenta que las esgrimimos al momento de practicar nuestra defensa. Primero, tener en cuenta la relación de verticalidad y sumisión que había del empleado hacia Agú”. Y continuó: “Un empleado en relación de dependencia, con la hipótesis que ante el incumplimeinto del mandato que le hace el patrón pueda quedar despedido, lógicamente lo va a hacer”.
Además, admitió que “el hombre lo que hacía era ponerle la marca de Agú”. Aunque reconoció que vio animales que tenían una sola marca, por lo que no tenían contramarca. González explicó cómo funciona la identificación del ganado mediante la técnica del marcado: “La marca inicial -la marca líquida que se llama- del primer dueño, al venderla y al emitir despacho de esa vaca, el mismo dueño cuando la venta es legal le pone la contramarca, es decir, la marca inversa. Y el nuevo dueño pone su marca al derecho”.
“Nosotros representamos a Leonardo, a Diego y a Jesús Balsaretti, más al padre de los hermanos, y el señor Madera”, afirmó.
También aclaró que “el fiscal no ordenó la detención todavía del padre de Balsaretti. Se ve que no le están cerrando todavía las cuestiones para ordenar la detención. No obstante, y mediante lo que prevé el Artículo 209 del Código de Procedimiento, nosotros lo pusimos a disposición de la fiscalía como modo de colaboracionismo, como lo haremos con el señor Madera”.
El abogado garantizó que “el delito se redondea y se termina cuando los animales entran al frigorífico”. Y agregó que: “Hay una forma de reducir que es inmediata y que es a través de los frigoríficos, y lo que hablaba con el Senador del Departamento Vera puntualmente es que esto a nivel desde la política y desde la legislatura debe dársele un tratamiento para aumentar los controles en los frigoríficos, porque es ahí donde termina el delito”.
“Por la cantidad de animales acá, no podemos hablar de que que esto se redujo en una carnicería de barrio, ni tampoco en una carnicería de un supermercado…acá estamos hablando de 2000 animales lo cual denota que esto era un robo sistemático y prolongado en el tiempo”, sentenció.
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