Los datos del Instituto Brasileño de Geografía y Estadísticas revelan la enorme desigualdad racial y geográfica que persiste en el gigante sudamericano.
Cerca del 30 % de los 212 millones de brasileños vivieron en la pobreza o en la extrema pobreza en 2021, una cifra récord a la que la principal economía latinoamericana llegó en el segundo año de pandemia.
“En 2021, según criterios del Banco Mundial, 62,5 millones de personas (29,4 % de la población de Brasil) se encontraban en la pobreza y, entre ellos, 17,9 millones (8,4 % de la población) eran extremadamente pobres”, señaló el estatal Instituto Brasileño de Geografía y Estadísticas (IBGE) en un comunicado.
Un dato alarmante es que, en 2021, la proporción de menores de 14 años por debajo de la línea de la pobreza llegó a un 46,2 %.
El organismo destacó que han sido “los números y porcentajes más altos” desde que iniciaron los registros en 2012.
Los datos de 2021 son especialmente dramáticos si se comparan con los de 2020: la pobreza aumentó un 22,7 %, mientras que la extrema pobreza avanzó un 48,2 %.
Menos de 5,5 dólares al día
El IBGE basa sus datos en los criterios del Banco Mundial, que considera pobres a los que sobreviven con menos de 5,5 dólares per capita al día y muy pobres a los que sobreviven con menos de 1,9 dólares per capita al día.
“La recuperación del mercado laboral en 2021 no fue suficiente para revertir las pérdidas de 2020. Esto y la reducción en los montos de las ayudas de emergencia pueden ayudar a explicar este resultado”, comentó André Simões, analista de investigación del IBGE.
Los datos también revelan la enorme desigualdad racial y geográfica que persiste en el gigante sudamericano.
La proporción de negros y pardos por debajo de la línea de la pobreza fue del 37,7 %, casi el doble que la de la población blanca (18,6 %).
Los estados del nordeste y el norte, los más pobres de Brasil, registraron las mayores proporciones de personas pobres, con un 48,7 % y un 44,9 % respectivamente, muy por encima de los estados del sudeste (20,6 %), entre los que figuran los tres más poblados (Sao Paulo, Minas Gerais y Rio de Janeiro), y de los del sur (14,2 %).
Los estados más pobres fueron decisivos para la victoria electoral del izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva, quien se marcó como “prioridad número 1” el combate contra la pobreza a partir del próximo 1 de enero, cuando asuma la presidencia por tercera vez.
Sus dos mandatos anteriores, entre 2003 y 2010, son reconocidos nacional e internacionalmente por su labor de inclusión social, con programas de transferencia de renta y otras ayudas que sacaron a decenas de millones de brasileños de la pobreza gracias al boom de las materias primas.
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