“Argentina ha perdido totalmente la soberanía comercial”, sostuvo Luciano Orellano

El autor del libro “Argentina sangra por las barrancas del Río Paraná”, habló en Cuarto Intermedio sobre la privatización de la hidrovía.

“En los últimos años se ha triplicado la producción en América del Sur y particularmente en Argentina. Nunca se produjo tanto trigo, maíz, carne y leche. Eso influye en los manantiales de la riqueza por un lado, y por otro lado, vemos una Argentina casi de pos guerra con el 42% de pobreza y 9 millones de niños que les han robado el futuro”, comenzó exponiendo Luciano Orellano.

El también dirigente nacional y regional del Partido Comunista Revolucionario y presidente del Partido del Trabajo y del Pueblo de Santa Fe, afirmó que “este libro no sólo hace una denuncia sino que además aborda una cantidad de temas que tienen que ver con la producción, el comercio, con lo que hace a la Cuenca del Plata. Pero además, esa gran autopista que es la unidad hídrica que son esos 3.442 km que hoy están en cuestión alrededor de la licitación”.

Sostuvo que “Argentina ha perdido totalmente la soberanía comercial. Es decir, no le vende al mundo sino que son empresas privadas en su mayoría extranjeras. Esto deriva en otro problema, Argentina ha perdido también su soberanía monetaria; tenemos un sistema bimonetario, donde tenemos el peso para nosotros sobre la base de una inflación, pero la moneda real es el dólar, que es la que operan ellos”. Y agregó: “Estamos sujetos siempre a la liquidez que los puertos (extranjeros) hacen o no”.

“Argentina necesita tener el control de su riqueza, ministrar su riqueza, organizar su riqueza y poder planificar la Argentina, y para eso necesita tener el control del comercio, recuperar su soberanía comercial para poder recuperar su soberanía monetaria y a partir de ahí podemos plantear otra Argentina”, indicó.

El nuevo ministro de Transporte “descarta toda posibilidad de que los argentinos tengamos como objetivo la recuperación de esta gran autopista de América del Sur después de que la tiene hace 25 años una empresa belga. Todo el mundo quiere esta Cuenca del Plata, los chinos, los belgas, los estadounidenses, los holandeses… estamos hablando de una de las autopistas hídricas más importantes del mundo”. Sin embargo, el gobierno nacional parece insistir en una nueva privatización.